domingo, 25 de septiembre de 2011

Ya por esas fechas se respiraba el invierno, las brisas que sacudían mi pelo anunciaban la despedida de aquellas tardes bajo el árbol, dónde los días de verano pasaron tan rápidos que apenas pude notarlos y en menos de un abrir y cerrar de ojos se esfumaron. Estaba quieta, frente al alcornoque.. La nostalgia invadió mi piel y de pronto las notas de aquella melodía sonaron en mi cabeza.. Justo entonces comencé a entender que el veneno ya corría por mis venas y que decir adiós no había servido absolutamente para nada. Encontré lo que más había querido en la vida en el momento menos oportuno.

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